sábado, 1 de mayo de 2010

CAPÍTULO I : El comienzo

El sonido de las gotas de lluvia contra mi ventana me acompaña mientras releo por enésima vez una de mis viejas novelas de Agatha Christie. Es un domingo más de tormenta en la viva y misteriosa ciudad de Nueva York. Desde aquí mismo, desde esta ventana, se puede ver el movimiento de esta ciudad en la que no soy más que una invitada, un inmigrante más que llegó desde Europa en busca de un nuevo papel en la vida, de un nuevo porvenir, de un futuro mejor.
Mi nombre es Sienna y actualmente soy detective privado en esta ciudad, aunque la verdad es que es habitual para mí trabajar con federales y cuerpos locales de la ley. La verdad, querido lector, es que no imaginaba vivir así cuando me monté en un avión con destino a tierras americanas… Sé lo que piensas: " ¿Qué me importa la vida de esta amargada? " Pues bien, querido amigo, si lees esto significa que no tienes otra cosa mejor que hacer hoy así que: ¿Qué más te da?

Rin, rin… Rin, rin… Piiii… Sienna soy yo otra vez, quería pedirte solamente que me escucharas, sé que lo que hice está mal pero… Sabes perfectamente que te quiero, llámame…Clonc.

Estúpido, rastrero, mentiroso… ¡Qué va! Definitivamente la estúpida he sido yo por creerme todas y cada una de sus mentiras… - Cogiendo una pelotita anti-estrés - Bien Sienna... C-O-N-T-R-Ó-L-A-T-E… Bien… Respira… ¿Por dónde iba? ¡Ah, sí! Resulta que terminé la carrera de ingeniería de telecomunicaciones, (lo cual adelanto que no significa que me haya formado para ser tele-operadora o que vaya a arreglarte tu ordenador, parece que voy a tener que aclarártelo todo...) y como realmente no tenía nada que perder, decidí buscar suerte aquí, en Estados Unidos. Aún no me explico cómo, pero increíblemente soy parte de “las fuerzas de la ley”, aunque más bien voy "por libre", a mi ritmo, ya sabes. Digamos que la labor que hago junto a los incompetentes del FBI suele únicamente agravar mi úlcera… Me sacan de quicio con sus constantes preguntas, esos aires de superioridad, sus hipótesis ilógicas e incoherentes… Bueno, ¿qué se puede esperar de gente que sobrevive a base de “Big-Macs”?

Bien, querido lector, ya sabes quién soy y ahora mismo tengo buenas y malas noticias para ti: La mala noticia es que a partir de aquí la historia trata de MI vida (sí, es que no se me ocurría sobre qué podía escribir, esto es así amigo mío) y la buena es que, puestos a leer sobre las vidas de desconocidos, no hay vida más interesante y entretenida que la mía, ¿quién no se ha imaginado siendo policía en la increíble (pero no tanto) New York City? Sí… Es apasionante la vida que llevo, y es que por la mañana puedo estar corriendo detrás de un escurridizo ladrón de bancos y esa misma noche puedo estar cantando en un club de Jazz, preocupándome solamente de si tendrán o no tinto de verano. Fantástico ¿no?

Como ya te comenté, hoy llueve en NY. Central Park se ve perfectamente desde mi ventana. Está vacío. Se puede contemplar la verde manta que arropa a esta ciudad, sus árboles y sus bellos parajes, así como los paraguas que asoman entre los recovecos de este espacio natural que tanto aman los nativos de este lugar. Se podría decir que un así,un aburrido domingo de lluvia se convierte en arte, arte que surge bajo mi ventana, como si con solo un poco de esfuerzo, pudiera fundirme con él. Dejando a un lado toda la poesía y las palabras bonitas faltas de interés para ti, voy a introducirte en mi mundo (ya que has decidido seguir leyendo) y para eso voy a contarte cómo es mi casa, ya lo sé lector, tú pensabas que vivía bajo un puente o en un apartamento minúsculo lleno de cucarachas o algo peor, pero te equivocas, como siempre…  Esto es Nueva York, una ciudad con glamour, y yo, querido lector, soy una mujer con mucho glamour.... ¡Ni se te ocurra reírte! 
A lo que íbamos, resulta que vivo en un buen apartamento con vistas a Central Park. Relativamente grande, aunque con esto no quiero decir que sea un palacete o por el estilo y es que, como suele ocurrir, lo que cobro no es ni la mitad de lo que merezco, pero claro, no me dan un "plus" en mi agencia por cada dos amenazas de muerte, ni por cada tiro que esquivo o cada criminal que me grita cosas bonitas en plena calle, así que debo aceptar la realidad y conformarme con tener café gratis por la mañana si me toca trabajar en alguna comisaría. Para que te sitúes, nada más entrar verás mi amplio salón, allí tengo una chimenea para poder afrontar los inviernos en este frío lugar, unos sofás de cuero negro, librerías repletas de poesía y libros de crimen y misterio, grandes ventanales complementados con algunas obras abstractas que yo misma he pintado y,como no, el típico equipo audiovisual con mi televisión y mis altavoces… Completo ¿no crees? Vamos a ver el resto del apartamento anda, no te cortes querido lector que sé que te mueres de ganas. Como bien se ve, el estilo rústico con un toque moderno reina en toda mi casa, la decoración es creación de un amigo mío, Mark Leblanc, un conocido artista y escenógrafo europeo, entre los dos hemos ideado y llevado a la realidad la cocina, los dos baños, mi despacho y el cuarto de invitados, que resulta de gran utilidad para cuando aparecen esas visitas inoportunas e imprevistas, que además suelen estar demasiado alcoholizadas para volver a su casa por su propio pie; ya que estamos hablando de borrachos, voy a darte un consejo ¿vale? NUNCA (y repito: NUNCA) invites a subir a tu casa a tomarse una copa de vino a un amigo tuyo que acabe de dejarlo con su novia de toda la vida, porque acabará con todo tu vino, tu vodka, tu ron, tu whisky, tu tequila, tus licores y se beberá hasta la última gota de todo lo que pille a su paso para saciar su dolor, eso sí,  te dejará un par de botellas agua mineral y de zumo de soja, que no curan su dolor, pero eso no es todo, probablemente gastarás entre quince y veinte paquetes de pañuelos, te quedarás sin jarrones que romperá sin querer intentando andar en línea recta y, lo mejor de todo, es que al final acabará tirado en tu cama y podrás ver cómo se le cae la babita, en tu precioso set de ropa de cama blanco, abrazado a tu almohada… Y te sentirás el/la mejor amigo/a del mundo,aunque al día siguiente él no se acuerde de nada.
El caso, amigo mío, es que no me quejo de mi nivel de vida, hay piscina en la azotea, canchas de tenis, pádel y baloncesto, televisión por cable y unas vistas increíbles, ¿qué más se puede pedir? Pues fíjate, tengo una sugerencia: Otros vecinos. Lo único que falla en mi fantasía hogareña es mi compañera de planta, como este edificio está distribuido de tal forma que hay dos viviendas por planta, estoy obligada a verla cada día a la razón de muchas de mis noches en vela, a la risa sonora que me atormenta hasta en mis peores pesadillas, ese olor a colonia cara de sexagenaria que no abandona mi casa ni llenándola de ambientadores... A ella: Caroline. Una niña mimada de treinta y pico largos, que se hizo rica jugando a apostar en bolsa. Dios sabe cómo será en realidad, porque ha pasado tantas veces por el quirófano que más que una persona parece un robot fabricado a base de algún plástico elástico y brillante; lo peor de todo es que es una cotilla, yo entiendo que no tenga nada que hacer pero, ¿te parece normal que esté día y noche vigilando mi casa? A mí sinceramente me saca de quicio; imagínate cómo es vivir con sus constantes comentarios fuera de lugar, sus preguntas indiscretas, sus risas falsas y ruidosas y sus miradas en busca de alguna verdad que quieras esconder... Vivir con la sensación de que te espían siempre. No sé cuánto más podré aguantar pero prometo que algún día acabaré con esta pesadilla, que no te quepa duda lector, créeme que tengo bastante paciencia con este asunto pero… ¡Hey! No te confundas… No quiero que pienses que soy una asesina paranoica o simplemente una… Psicópata. Son simples formas de hablar, ya lo sabes… todavía es pronto para que empieces a descubrirme, amigo lector. Calma.

Son las ocho por mi reloj, y me aburro. De hecho, me apetece salir un rato, ¿qué te parece si disfrutamos un poco de la noche ahora que por fin ha parado de llover? Como no veo que seas muy fiestero lector, iremos a un club que te va a encantar seas como seas: “Ritmo y Sabor” (exacto, en español). La dueña del sitio se llama Daniela y es mi mejor amiga desde que llegué aquí. Estaba decidida a montar un negocio con chispa y, al final, ha tenido suerte ya día de hoy regenta uno de los locales de más éxito de la ciudad. El secreto está en que cuenta con varias plantas, que a su vez tienen varias salas y cada una de ellas está preparada para que la disfrute un público diferente, así que siempre está repleto de gente distinta deseando pasar un rato agradable con o sin compañía. 

Otra gran ventaja de vivir donde vivo es que en diez minutos se llega al club y, como la comida es terriblemente buena y los precios se adaptan a toda clase de bolsillos, paso mucho tiempo en el club, desconectada de mis responsabilidades y de todas las preocupaciones que cargo sobre los hombros. Mi sala preferida se llama “Live it suave”, allí se recita poesía, se interpreta Jazz y Soul y se conoce a gente interesante con un toque de misterio. Bien, toma asiento amigo, mi mesa es la de la derecha cerca del escenario, sí, la del cartel que pone "Artists Only". ¡Ahí está Daniela!

Daniela: ¡Sienna! Sabía que vendrías, no puedes pasar un domingo sin venir aquí.
Sienna: -En medio de risas- Llámame adicta… ¿Quién va a dar la nota esta noche?
D: Pues aunque sepas perfectamente la respuesta a esa pregunta,va a cantar una tal Sienna ¿la conoces? Suele venir aquí para divertirse, llamar la atención de algún que otro caballero y por supuesto hacer un favor desinteresado a la dueña del club que suele reservar alguna botella de vino sólo para ella.
S: -Ceja derecha en alto-… Claro, gratis, sí… Claro que sí…
D: Venga Sienna, ¿qué más te da? –pone ojitos… qué lista es
S: Está bien, está bien… Lo haré por ti.
D: ¡Gracias! ¡Gracias! ¿Qué canción quieres cantar? Bueno, más bien canciones, necesito que arrases con dos temas en lo que llega el mago, que está en un atasco... Me arrepiento de haberle contratado, si no es capaz de aparecer aquí con chispas y todo eso, ¿qué clase de mago es?
S: -Riendo-  Vale, hoy cantaré… Hmmm… “Summertime” y “Bourbon in your eyes".
D: ¡Me encanta! En quince minutos empiezas, deberías cambiarte ¿no? Estas canciones merecen un buen vestido largo negro y sexy ¡Ah! Por cierto, habla con Kent, lleva mucho rato esperándote, parecía importante.
S: No quiero saber NADA de él, ya sé lo que quiere y lo único que necesito es que me olvide y me deje tranquila de una maldita vez.
D: ¿Se puede saber qué me he perdido?
S: Cotilla…
D: ¡Ya lo entiendo! Ya no confías en mí ¿no es verdad? Es eso ¿no? Que sepas que me haces daño Sienna, no me esperaba esto de ti, no lo esperaba, de verdad que no… -cuando se pone dramática no hay quién la aguante…-
S: Me pidió que volviera con él.
D: ¡¡IMPOSIBLE!! ¡¿Kent?! Seriously?! Sienna, no seas tonta, tienes que decir que sí, ¡está buenísimo!
S: ¿Y?
D: Y es encantador, atlético, detallista, divertido, lleva años persiguiéndote, y, lo más importante: ¡ESTÁ COMO UN QUESO! Deberías darle una oportunidad, es más, deberías DARTE una oportunidad.
S: NO - La rotundidad de mi respuesta consiguió que Daniela sonriera
D: Pequeña, con los años te has vuelto más cabezota, aunque ya cuando nos conocimos parecía imposible ser más cabezota de lo que ya eras.
S: ¿Sabes qué? Soy feliz siendo así de cabezota y quiero cantar gratis, si no te importa…
D: Ay, Sienna, a veces creo que te falta un poco de sabor, querida. ¡Arriésgate! Aunque solo sea por una vez.
S: Me lo pensaré, pero no sé si te has percatado de que como no cante ya, la gente se irá.
D: Sí, sí, sí, sí, vamos, vamos.

“Señoras y señores bienvenidos a Ritmo y Saborrrr, soy Dany y me complace presentarles a nuestra artista preferida: ¡Sienna Wolf! Un fuerte aplauso para ella”

Como supondrás, me subí al escenario y canté “Summertime”, mientras interpretaba esa pieza como si fuera la última canción de mi vida, me sentí observada, antes de que digas nada: Lo sé, es obvio, me miraba la sala entera, sin embargo he de decirte, mi querido lector, que sólo me fijé en una persona… No me pongas esa cara de “sabelotodo”,  una no es de piedra... Supongo que era nuevo por el local porque nunca lo había visto antes. Tenía el pelo castaño y los ojos le brillaban, lucía una sonrisa tenue que, supongo, iba dirigida a mi música y no a mí. Pero claaaaaaaro, en el instante en que iba a devolverle la mirada y atrapar con ella al extraño de ojos brillantes, aparece Kent (cómo no), y todas mis fantasías con aquel hombre misterioso se desvanecieron tan rápido como cambió mi cara. Cuando la canción terminó, decidí pedir unos minutos de descanso antes del próximo número para “sacar la basura”, el desgraciado de Kent debería admitir de una vez que ha perdido la guerra y no hay vuelta atrás, ¡hombre tenía que ser!.

¿Qué? ¿Por qué quieres saber el motivo de mi rencor por Kent? Lectores curiosos, qué le vamos a hacer… La razón es realmente sencilla, estuvimos juntos durante aproximadamente dos años, durante ese tiempo me engañó con otras mujeres un total de doce veces, y no lector, no me di cuenta hasta que le vi en una cafetería con una rubia y decidí vengarme, demostrándole que no soy tan tonta como él creía. Imagínate la situación, un ligón en toda regla, un Don Juan, queda con su presa en un restaurante selecto, está impecable, irresistible y su propósito de llevarla a su cama esa misma noche; imagínate ahora que su novia lo sabe y prepara unos bombones,que mezcla con un poquito de laxante, para darle sabor. Resulta que ella además, tiene un amigo que trabaja como camarero de ese restaurante selecto y, conocida la adicción del mencionado ligón por el chocolate… -Risa malvada- Deberías haber visto la cara de la rubia cada vez que mi fiel y atento novio iba al baño (cosa que, sin exagerarte, se repitió un total de treinta veces). En una de esas ocasiones, apareció con papel higiénico pegado en el zapato y para colmo, tuvo una fuga de emmm ¿cómo explicártelo sin blasfemar?… Hubo un escape de gas en la sala, que se oyó en todo el restaurante… Fue realmente tremendo, mi amigo y yo aún nos reímos recordando esa gran noche.

Kent: ¡Sienna! ¿Vas a dejar de huir de mí?
Sienna: No sé por qué pero siempre te has creído el centro del universo, el ombligo del mundo. Me agotas. Estoy cansada de repetirte que me harías un gran favor si te largarás y me dejaras en paz de una vez.
K: No puedo Sienna, yo te quiero. Por favor, escúchame, quiero arreglar las co…
S: -Interrumpí- ¡Qué novedad! Resulta que ahora me quieres. No sólo tengo que mirarte a la cara después de todo lo que has hecho, encima tengo que perder mi tiempo escuchando más mentiras. ¡Lo que me faltaba!
K: Sé que he cometido muchos errores, -Y entonces coge mi mano…- y entiendo cómo te sientes, pero lo único que quiero, lo que necesito, es volver a empezar contigo y que me perdones. Quiero que volvamos a empezar.
S: -Soltando su mano bruscamente - ¿Has estado mezclando medicamentos Kent?
K:
S: Tomaré tu silencio como un sí.
K: Por favor Sienna, no empecemos, ¿vale?
S: ¿Sabes lo que necesito yo? Que me olvides y desaparezcas de mi vida. Y ahora si no te importa, estoy trabajando.
K: -Agarró mi brazo- No, no, no, no. Tú no te vas a ir otra vez, esta vez te quedas aquí conmigo y me escuchas.

            Y entonces aparece el guapito de antes, el de los ojos brillante, y se mete así, sin más, en nuestra discusión:

Extraño: Disculpe señorita, ¿la está molestando este hombre?
S: Sí pero puedo arreglármelas sola caballero, no se preocupe… -Dije mientras retiraba la mano de Yanak de mi brazo-
K: ¡Lo que me faltaba! Ahora los clientes entrometidos del local se meten en nuestros asuntos, qué falta de respeto...
S: Kent, podrías hacer un favor al mundo y cerrar esa boca por una vez en tu vida.
E: No quisiera insistir amigo, pero la señorita quiere que se vaya ¿acaso no entiende el significado de un no? Su tono retaba a Yanak… Y yo temía su reacción…-
K: Disculpa, en primer lugar, no deberías meterte en asuntos ajenos y en segundo lugar, es mi novia. Y sí, me he fijado en cómo la miras. Deberías buscarte otro ligue, aquí hay muchas más mujeres y esta no es para ti.
S: Espera, espera, espera. Yo NO soy tu novia. Lo fui hace mucho tiempo y me perdiste, lo estropeaste todo y hoy te ha dado por volver porque todas las chicas que hay en este lugar más todas las chicas de la ciudad han estado ya contigo. Estoy cansada de esto.
K: Si lo que quieres es que me vaya no tienes más que decírmelo.
E: -Riendo sonoramente- No quisiera ser indiscreto pero, sinceramente, creo que tiene usted un problema de sordera crónica. Pero no se preocupe, amigo: Tiene tratamiento.
  
Kent le dedicó una mirada de esas que pueden congelar a cualquiera, sus ojos verdes y profundos irradiaban rencor. Finalmente se fue echando humo y yo me quedé junto a aquel extraño que había conseguido llamar mi atención:          

S: Me gustaría que se metiera en sus asuntos, si no es mucha molestia le dije sonriendo-
E: Perdóneme, me pareció que necesitaba un poco de ayud…
S: -Le interrumpí- Estaba todo controlado, sé cuidarme sola.
E: Pues discúlpeme… A todo esto, me llamo Ethan, Ethan Banks –Tendiendo su mano-.
S: -Correspondiendo su gesto- Encantada, como ya sabrá mi nombre es Sienna y si me lo permite, tengo un local que animar con otra canción.
Ethan: Antes de que se vaya quisiera encontrarme con usted después de que cante, le invito a una copa por las molestias.
S: No soy tan fácil, Señor Banks –Sonriendo pícaramente-.
E: -Riendo- Nunca he pensado eso, simplemente quiero ser amable.

Nos miramos un instante y aunque por un momento dudé de si debía o no aceptar su invitación, al final accedí. La verdad es que no quiero más problemas, y saber que Kent andaba rondando por el local me preocupaba, yo mejor que nadie sé que no se rinde. 
Resulta que conozco a Kent desde que éramos jóvenes. Siempre fue un hombre atractivo, no había mujer que se le resistiera: Sus ojos verdes y su pelo rizado, junto con su piel morena, su increíble sonrisa y su cuerpo atlético le hacen irresistible físicamente al ojo de cualquier mujer… Pero eso no es lo que me gustaba de él (aunque no te lo creas). Tenía algo diferente, algo que solamente yo veía en él, pero supongo que era parte de su gran actuación y yo simplemente era un juego más. Te estás preguntando cómo puede alguien como yo haber atrapado a un individuo semejante ¿no? Bien, digamos que fue suerte, supongo: Cuando rondábamos los dieciséis prometimos que si no encontrábamos a nadie que supiera entendernos y llenarnos, si no había nadie que nos hiciera sentir como nos sentíamos cuando pasábamos las noches en vela hablando sobre cualquier cosa, nos buscaríamos y empezaríamos una historia juntos y, finalmente, al cabo de casi una década, él cumplió su promesa y vino a América a por mí. Desgraciadamente, ese acto de amor a día de hoy no significa nada y eso que parecía que sentía por mí, no era tan fuerte como sus instintos de cazador de mujeres… Y así, hemos llegado a la situación actual. Pero, ¿sabes lo más ridículo de todo esto? Que cuando se acerca a mí y aún siendo consciente de todo lo que me ha hecho, no puedo evitar sentir mil cosas y notar como todo me vuelvo débil y vulnerable... Supongo que él era como un reto personal. Siempre tuve la esperanza de que conmigo cambiaría y todavía me cuesta admitir que no era más que un sueño que nunca podremos cumplir, y es que, a pesar de lo que yo le he querido, él nunca podrá comprometerse conmigo completamente. Y duele, duele muchísimo despertar del sueño en que creías que se había convertido tu vida. AY... Dejemos los dramatismos aparte, y sigamos con la noche y la música ¿te parece? Esta vez sentí interpreté como nunca "Bourbon in your eyes",me sentí la reina de la noche. Y tras finalizar y dar paso al mago que no es capaz de hacer desaparecer un atasco, me dispuse a tomar una copa con mi nuevo amigo, el tal Ethan:

E: Antes que nada quería felicitarle por las canciones, la buena música parece que hoy en día ha quedado en un segundo plano y es admirable ver como un local entero guarda silencio para escucharla.
S: Me gustaría que me tutearas. Y bueno, me gusta la música y la gente viene a escuchar música aquí, entonces lo que hago no resulta tan increíble después de todo. Por cierto, ¿eres nuevo por aquí?
E: Sí, llegué ayer desde Los Ángeles, California.
S: ¡Vaya! Los Ángeles, ¿eh? Está bien... Igualmente, insisto en que soy una persona muy independiente, y con muchísimo carácter, por eso odio que intenten…
E: ¿Controlarte? – ¡EFECTIVAMENTE! - No era mi intención, me gustaría dejar este tema por fin y, si es posible, conocerte un poco más, tengo la sensación de que eres una mujer interesante.
S: Más de lo que te imaginas, puedo asegurártelo.
E: Me gustaría hacerte una pregunta y espero que no te moleste, ¿aquel era tu novio o por el estilo?
S: Es mi prometido, nos casamos dentro de unas semanas y, como habrá podido comprobar, nos pasamos la vida discutiendo y, nada, para aprovechar mis últimos días de soltería le torturo haciéndome la difícil.
E: Ah… No lo parecía, era como si ambos intentaran dominar la situación, como retándose continuamente y bueno, no parecías estar jugando.
S: Espera, ¿de verdad te lo creíste? Ahora mismo, ese elemento no es nada mío.
E: Es raro que una mujer como tú diga algo así, me pareces divertida, irónica, inteligente, sensible, creativa… No entiendo cómo no has encontrado al indicado.
S: Llevamos hablando unos 10 minutos y ya soy la mujer perfecta, impresionante.
E: -Riendo- Perdón, no quiero que pienses que soy otro ligón de turno pero es lo que pienso de ti.
S: Te disculpas muchísimo.
E: Lo siento…
S: ¿Ves?
            Los dos nos echamos a reír y por un momento, me sentí completa junto a aquel desconocido, parecía que el mundo había dejado de girar y él cada vez me gustaba más. Pero mi ataque de cursilería se vio interrumpido. ¡Nada me sale bien! ¡¿Por qué?!
            Damy cogió el micrófono y empieza mi pesadilla:
“Tenemos un aspirante a desbancar a Nayara emocionándonos con una romántica canción, con todos ustedes: Salvador”
Yanak: Esta canción se la dedico a la persona con quien quiero compartir el resto de mi vida, a la mujer de mis sueños, te quiero Nayara: Tengo ganas de acostarme con la fe de tu mirada…
            Un foco iluminó mi mesa y todo el local se giró para ver  la reacción de la afortunada novia, que se hallaba escondida intentando calmar sus instintos asesinos y así no matar al “romántico y enamorado músico”... Enamorado… ¡JA!  Hasta ese momento, la canción que él cantaba era mi favorita, pero, a pesar de lo sensible que parecía el demonio con su guitarra en mano y su canción triste, “tengo ganas” ha pasado a ser la canción que menos me gusta.
Tras su actuación, me levanté y me dirigí hacia él actuando como la típica “novia emocionada” mientras pensaba: “Ahora te vas a enterar…Cariño”. Él se acercó también a mí y el local entero víctima de la falsa emoción del momento aplaudía, todos empezaban a creer en el amor verdadero, en que tal vez la cantante y el romántico hubieran sido unidos por el mismo destino, todo era utópico, de película, y entonces… Pasó una de las camareras del local con una bandeja con una gran y preciosa cubitera, con mucho hielo, muchísimo hielo, repletita de hielo… Agarré la cubitera rápidamente y… -Risa malévola- ¿Te imaginas qué pasó? Por si da la casualidad, de que eres una persona, emmm… Digamos: “cortita”, te explicaré lo que hice: Le tiré todo, completamente, absolutamente, el contenido íntegro de la cubitera de hielo por encima a mi amado, ante la mirada atónica de todas las personas del local, que a continuación, aplaudieron mi gesto de amor.
Sé lo que estás pensando y estoy de acuerdo, soy demasiado buena, sin embargo, tendrías que haber visto la cara de Yanak… Se quedó helado… ¡Qué bueno! Hielo, frío, helado… ¿Lo coges? (Quita esa cara de: “No ha tenido gracia”, sabes perfectamente que sí la tiene lector, además es mi libro y escribo lo que yo quiera, que para eso es mío) Lo mejor de todo esto fue la sonrisa que le dediqué después, a la cual él contestó mirándome fríamente -¡Ja!- mientras musitaba: “Morena, de todas las cosas que me has hecho esta es, sin duda, la peor de todas”; a lo que yo respondí continuando la canción que él mismo me había dedicado: “Tengo ganas de ser libre amarrándome a tus pies”.  Lo último que dijo antes de irse fue: “Me las pagarás morena mía”, y seguidamente salió del local, creo que derritió todo el hielo que tenía con el humo que le salía de las orejas… Pero sinceramente, se lo merecía.
Intenté retomar la conversación con Abián, el hombre de los ojos verdes, pero ya no estaba, no obstante en su lugar dejó escrita esta nota:

Nayara, me ha encantado el momento que hemos pasado juntos, aunque haya sido bastante breve. Te prometo que volveremos a vernos muy pronto no sé dónde ni cuándo pero estoy seguro de que así será. Cuento las horas para volver a hablar contigo.
Abián

            Hacia tiempo que no me dejaban una nota así de bonita, lo más bonito que me han dicho en los últimos meses ha sido “Bruja” y me sonrojé incluso, así que podrás imaginar la sonrisa de idiota que se me quedó después de leer las palabras del hombre de los ojos verdes… Llámame estúpida pero yo también estoy deseando volver a encontrarme con él, y tengo la sensación de que eso será muy pronto.

            Por hoy es todo lo que tengo que contarte, mañana veremos que más ocurre. Buenas noches querido lector.

2 comentarios:

  1. Un comienzo muy bueno, ya verems como continua la historia.

    La felicito.
    Un saludo^^.

    ResponderEliminar
  2. Interesante. Sin duda, interesante, y muy diferente a lo que suelo leer por costumbre. El relato cobra importancia y significado, si quien lo lee conoce un poco a la escritora, no cabe duda de ello, pues es interesante ver otro punto de vista, las similitudes entre el mundo real y el mundo de la artista. El hecho de que el relato sea también tan personal, con continuas referencias a quien lee, es también algo fuera de lo común...

    Veamos como sigue. ¡Ánimo! ¡Encuentra tiempo!

    ResponderEliminar