lunes, 24 de mayo de 2010

CAPÍTULO II : Siempre

¡Buenas! ¡Qué bonito día! ¿O no?
¿Por qué me miras así? Lluvia, rayos y truenos es aquí un tiempo espectacular, así que bienvenido a la bella y soleada ciudad de Nueva York… Siempre soleada, cómo no.
En primer lugar vamos a repasar mi agenda, y no se te ocurra rechistar, te recuerdo que estás leyendo esto por voluntad propia –Sonrisa-:

- En el día de hoy tengo que escoltar a una de las mayores personalidades europeas de nuestra época, el presidente español, es un encargo del FBI, lo que no entiendo es que, si yo soy detective PRIVADO: ¿Por qué me llaman desde el FBI para que haga SU trabajo? Ni trabajo para el Gobierno ni me llaman Santa Nayara de Calcuta… Lo único positivo de estas “tareas” es el sueldo final, si no fuera por eso no contestaría muchas veces al teléfono. Para este trabajo la CIA me ha asignado un compañero, que casualmente, se trata de mi prima Dara y, te parecerá ridículo, pero es espía en prácticas, hoy en día hay prácticas para todo, amigo. Debemos estar en el aeropuerto después de que el presidente nos llame.

- A las 3 y media, tengo que trasladarme a mi oficina para contratar a un ayudante a tiempo completo, puesto que mi antiguo compañero se suicidó hace unas semanas y necesito a alguien urgentemente.

- A las 11 debo volver con el presidente para asistir a una cena en su compañía.


Bueno, ahí tienes nuestro plan para hoy. Antes que nada quería presentarte a Dara, mi prima, es una chica alta, delgada, de pelo castaño y buen gusto para vestir, claro que esto último es obvio, teniendo en cuenta la millonada que cobra por pertenecer al servicio secreto (que no es tan secreto ya que cualquiera sabe de su existencia). Siempre creí que estaba destinada al mundo del teatro, pero como los espías son policías que se montan la película, no hay tanta diferencia. Como habrás comprobado a lo largo de estas once páginas, odio la ironía.
No quiero que pienses que estoy loca pero, creo que oigo voces y me están llamando, (ahórrate el chiste fácil) y creo que vienen del cubo de basura, extraño ¿no?
Dara: Tsss… Tssss… ¡Nayara!

Nayara: -Mirando incrédula el interior del cubo de basura- ¿Dara?

D: ¡Calla! Vas a desvelar mi posición.

N: Dios mío… Sal de ahí anda, y vamos a mi apartamento, que con esa peste no vas a entrar en mi coche.

D: ¿Estás loca? ¿Y si nos ve alguien?

N: Nadie te mandó a meterte ahí, si nos ve alguien la que pasará vergüenza serás tú no yo.

D: Tonta, yo hablo del enemigo.

N: No hay ningún enemigo, Dara… Hoy vamos a trabajar de guardaespaldas simplemente.

D: ¿En serio? Al menos avísame antes de que me camufle.

N: Nunca hubiera imaginado que fueras capaz de meterte ahí dentro estando sobria.

Una vez fuera de allí, subimos a mi apartamento para que mi prima, el cubo de basura andante, se cambiara y se diera una ducha:
D: ¿No se supone que teníamos que vigilar a alguien?

N: Más bien, tenemos que cuidar de alguien, en concreto del presidente español.

D: ¡¿En serio?! -Lo dijo con una alegría tan grande que me sorprendió hasta a mí…-

N: Sí... –Nótese mi intriga en ese momento-

D: ¡Qué bien! Hacía años que no lo veía.

N: ¿Te has liado con el presidente español? –Te explico, mi prima tiene un ligue semanal así que no me extrañaría nada-

D: -Poniendo los ojos en blanco- No, Nayara ¿no sabes quién lleva el gobierno de nuestro país?

N: Pues no... No sé ni quién es el presidente de aquí actualmente… El dirigente español creo que se apellida Fernández ¿no?

D: Es René, tu mejor amigo en tu adolescencia, ¿te acuerdas de él?

N: ¿Ah sí? –Riendo- No me imagino los miles de cambios que habrá hecho allá. En primer lugar pintar de rosa el parlamento…

D: … Luego crearía una ley que rigiera las normas del buen vestir…

N: … Y, obviamente, no se podría entrar al parlamento sin cumplir el protocolo y sin vestir de firma.

D: -Con una gran sonrisa- El bueno de René…

Ambas nos echamos a reír imaginando las cosas que podían haber sucedido en nuestra ausencia por España, y a la vez, recordando antiguos sucesos de nuestra adolescencia.

No te desesperes querido lector, ya voy a explicar quién es ese tal René, resulta que fue mi mejor amigo durante mucho tiempo, era una persona realmente divertida y que soñaba con llegar a la presidencia de nuestro país, así que estudio derecho y parece ser que llegó a cumplir su meta, sinceramente, nunca dudé de sus capacidades, tenía un don innato para hablar y solucionar problemas, y una capacidad especial para hacer sonreír, lo he echado muchísimo de menos el tiempo que llevo fuera, y por fin, hoy, nos vamos a reencontrar.

El amor es una magia, una simple fantasía, es como un sueñooooo y al fin lo encontré, es como una luzzzzz…

N: ¿De dónde viene ese ruido?

D: Perdón es el mío… -Abre la tapa de su teléfono móvil con cara de saber que la iban a llamar en ese preciso instante… Raro ¿no?- Hola rubio, sabía que me llamarías… ¿Esta tarde? Lo siento cariño, tengo cosas que hacer, ¿qué te parecería si nos vemos el viernes por la noche?... Estupendo… En tu casa ¿no?... Yo también… Hasta el viernes entonces… Un beso rubio.

N: ¿Y este quién es?

D: -Poniendo la cara más pícara que he visto- Pues se llama… Emmmm… ¿Cómo era?

N: -No pude contener la risa al ver que no recordaba el nombre de su nuevo novio-No me digas que no sabes cómo se llama.

D: -Esforzándose por recordar- Lo tengo en la punta de la lengua, empezaba por...¿F?

N: ¿Francisco? ¿Fabián? ¿Fernando? ¿Félix?

D: No, no, no…Era… ¿Facundo?

N: Te aconsejo que lo dejes… Con ese bello nombre que tiene el chico…

D: Espera, espera, se llama Ryan, bueno o eso creo.

N: Efectivamente empezaba por F, sin duda dominas el abecedario primita. Y por cierto, sobre tu tono de llamada… He recordado que cuando estábamos en el instituto yo te decía algo así como…“Coya” ¿no?

D: ¿Sigues acordándote de eso? Nayara, cogiste un serio trauma a los 15 y no hubo quien te lo quitara.

N: Admite que fuiste parte de la secta de los “sin personalidad” y “amantes del Reggaetón”.

D: Que no.

N: En el fondo, del fondo, del fondo, de ese fondo, que hay al fondo, más al fondo, del fondo, del otro fondo, al fondo del fondo de tu ser, siempre fuiste y eres parte de ese grupo.

D: Creo que me perdí, demasiado fondo.

Piiii… Piiii… Piiii… Piiii… Pantera negra a Flamenco azul… Pantera negra a Flamenco azul… El Águila rosa está en el nido, repito el Águila rosa está en el nido… Corto… Piiii… Piiii…

Empieza el trabajo amigo mío, y deja de reírte, mi nombre en clave me gusta, así que no sé el porqué de tanta risa.

Bajamos al garaje y nos dirigimos a mi belleza, mi tesoro, mi Saab automático, descapotable, de color negro, la cosa más bella del mundo sin duda… Bien, nos subimos al coche y pusimos rumbo al aeropuerto que quedaba a escasos quince minutos de mi casa. Parecía fácil: escoltar al presidente hasta el hotel donde teníamos concertada la reserva y luego ir a la entrevista para conseguir un nuevo ayudante…. Sin embargo nada es fácil cuando se trata de mí.

Todo iba bien hasta estar prácticamente a quinientos metros del objetivo, en ese momento apareció un coche patrulla y comenzó a perseguirnos, Dara había puesto la música a todo volumen de forma que no oía nada de nada, y además, sinceramente, no entendí las señales que me hacían los policías. Entonces empezaron a disparar a mi coche (y yo sin saber la razón), me pincharon las dos ruedas traseras y me destrozaron la carrocería de mi belleza con su horrible puntería. Muy tranquila, me bajé del coche y dije: “What the fuck are you doing men?!” (Para que nos entendamos, les pregunté educadamente qué es lo que hacían). La respuesta fue realmente, cómo decirlo… ESTÚPIDA.

Me habían confundido con Nareya, una peligrosa terrorista conocida a escala mundial, y luego dices que exagero lector. Hoy en día cualquier idiota entra en la policía sin enterarse de nada, lo que hay que ver…

Claramente, mis queridos amigos los “confunde terroristas”, se ofrecieron a llevarnos hasta el aeropuerto (en caso contrario, mejor no imagino lo que hubiera sido capaz de hacerles). El trayecto hasta el aeropuerto fue realmente frustrante, mientras escuchaba las miles de millones de disculpas del conductor, Dara ligaba con el otro policía moreno de ojos grises, supongo que ya se habrá olvidado de Facundo… Se llamaba así ¿no? Bah, en cualquier caso, llegamos, tarde, pero llegamos.

René estaba esperándome en la zona VIP del aeropuerto, iba trajeado y, a su lado, se encontraba un hombre de ojos claros y expresión cálida. Al verme, René (como es obvio) corrió (literalmente) a saludarme mientras gritaba: “¡Cariño mío!” Una y otra vez, tras los abrazos, las sonrisas y el reencuentro en general, René me presentó a Xavi, que era su compañero de viaje, resulta que se conocieron mientras estudiaban en la facultad de derecho, creo, ¿o era psicología? Bueno, supongo que no te interesará mucho, pero nunca está de más darte información porque tienes pinta de no estarte enterando de nada querido lector.

René: ¡Dara! No me lo creo, estás ideal chica, hay que ver cómo te conservas, casi no te reconocía… ¿Es tu móvil el que suena?

Some people want it all, but I don’t want nothing at all…

Nayara: … Maldito Yanak, ¿es que no se cansa o qué?

R: Espera, espera, espera, ¿es ese Yanak MI Yanak? ¿El alicantino buenorro?

N: ¿Mi peor pesadilla? Sí, ese mismo.

Xavi: Te lo dije, estos dos siempre han sido tal para cual.

R: Siempre discutiendo, pero al menos siempre os habéis amado y eso es lo importante.

N: ¿Nos qué? No, no, no, no, no, hace mucho tiempo que no hay nada entre la rata submarina y yo.

Dara: - Sin parar de reír – Rata submarina dice.

R: ¡Ay hija! Déjate de tonterías y tíratelo que lo tienes ahí, comiendo de tu mano.

X: ¡René!

N: No has cambiado nada René.

R: Eres mi mejor amiga, contigo jamás cambiaré.

D: Lamento interrumpir este “precioso momento” pero Nayara tiene una reunión en su oficina y tiene que ser puntual.

R: ¿Y eso? Pensé que pasarías el día con nosotros. Tengo tanto que contarte.

N: Lo siento, tengo que contratar a un ayudante urgentemente, si quieres cenamos juntos.

X: ¡Estupendo! Así nosotros tendremos tiempo de instalarnos en nuestra habitación.

D: ¿Nuestra?

R: - Con sonrisa pícara – Esta noche muchas preguntas tendrán respuesta.

Su expresión me hizo pensar en todo lo que estaba pasando en la vida de mi mejor amigo, era la que siempre quiso, y eso me hacía muy feliz. Tiene un puesto de importancia en la política internacional y un hombre a su lado que lo quiere tal y como es, y me alegra muchísimo que haya conseguido lo que se merece, la felicidad.

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